Cambio de registro

No sólo me despiertan antipatía personajes desconocidos para mí. También algunos otros me despiertan simpatía. Julián Hernández lo hace. Hace casi 12 años vi por primera vez en concierto a Siniestro Total, en Salamanca. Previo al concierto, tuve la ocasión de coincidir con él en un bar, mientras tomábamos unas cervezas. Él, solo, se acercó a un grupo de chicos y a nosotros, que estábamos al lado de los chicos, y se tomó una garimba, mientras comentábamos algunas chorradas. Yo, que nunca he sido muy dada a pedir autógrafos (ni a conservarlos con cuidado), había apostado con G. a que no le decía si me dejaba darle tocarle la calva. Un poco calvo es, y por entonces llevaba el pelo rapado, y, efectivamente, sí me atreví a decírselo, y sí me dejó hacerlo. Además, me firmó un trozo de papel, añadiendo un "Feliz navidad 95" mientras me decía: así te dura más. Aunque, entre tanta mudanza, no sé muy bien dónde, sé que sigue por ahí, guardado. Testigo del paso de los años y de que, aunque lo hagan, todavía puedo conservar la esperanza - o el deseo - de no convertirme, con la edad, en una señora que use zapatos de salón.
No he vuelto a coincidir con él, sí les he visto en directo muchas veces, incluso a Julián con sus Transportes, y ayer, casi 12 años después, una vez más. Pero me cae bien ese tipo. El estilo, se tiene o no se tiene. Y él lo tiene. Y como ayer comentaba con J., hay que ser listo para hacer el gilipollas no sólo sin hacer el ridículo, sino haciendo gala de un humor inteligente.

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Y bailaré sobre tu tumba.

_(Bailaré sobre tu tumba - Siniestro Total)_