Ola de cinismo

cinismo.
(Del lat. cynismus, y este del gr. κυνισμός).
1. m. Desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables.
2. m. Impudencia, obscenidad descarada.
3. m. Doctrina de los cínicos (ǁ pertenecientes a la escuela de los discípulos de Sócrates).
4. m. desus. Afectación de desaseo y grosería.

Me invade el cinismo, en su segunda acepción. Noto que fluye por mi torrente sanguíneo la necesidad de ser imprudente, y obscena. Y descarada. Me gustaría ser lo suficientemente obscena como para decir descaradamente, gritar a cada persona lo que mi yo les quiere decir. Me apetece.
Al resto de las personas también noto que les invade, pero en su primera acepción. El cinismo invade el mundo, nos posee poco a poco y hace que nos encontremos defendiendo a capa y espada cosas que, analizadas profundamente en su moralidad, son deleznables. Vituperables. Despreciables. Deshonrosas.
Vivimos en un gran teatro al modo griego, actuando de cara al público que nos mira, y que deseamos que nos aplauda. Representamos el papel de nuestra vida, a veces siguiendo el guión, a veces improvisando. Tenemos, como los griegos, la comedia y la tragedia. Y más afinidad por la tragedia, que se nos permite representar sin máscara. Para la comedia, para la sátira, nos volvemos a ocultar convenientemente el rostro. Porque nos es lícito sufrir, pero lo es menos disfrutar. Reírse de uno mismo, de los demás, y de la vida.

Me coloco, señores, convenientemente mi máscara cómica, y permítanme interpretar hoy un papel más obsceno y sátiro. Permítanme reírme de todos. También me río de mí, en primer lugar.


___(Baile de máscaras - Hechos contra el decoro)___