19.2.08

Anecdotario

Como continuación al extraño suceso de la desaparición del cactus de mi ventana, paso a contaros un nuevo suceso, no menos extraño, pero sí más simpático que el robo vegetal.
Durante mi estancia hospitalaria, y como viene siendo habitual, Juantxu (con María) apareció con uno de sus poco usuales regalos: una planta carnívora. Nada más llegar a casa, la pobre tuvo que sufrir los envites de Leo, que la dejó con 3 o 4 cabezas de menos. Aún así, sobrevivió, al menos temporalmente. Visto en internet que es una planta que puede vivir en exterior, la saqué a la ventana para alejarla de la curiosidad arrasadora del gato, y allí estaba, con una etiqueta (con holograma y todo) que indicaba el tipo de planta que es. Muchas veces, cuando salgo de casa, paso revista a las plantitas de la ventana, les retiro hojas muertas, miro si necesitan agua... y a veces descubro que me han robado un cactus. Pues ayer, en una de esas revisiones rutinarias percibí que había desaparecido el holograma anunciador de la plantita. Otra vez el ladrón, pensé. ¡Pero no lo habían robado! Qué va, en un alarde de humor y sarcasmo, sólo habían cambiado la etiqueta de sitio, retirándola de su lugar para ubicarla en la maceta huérfana de mi cactus.
No sé si es un ladrón guasón, o algún otro vecino o conocido que quiso hacerme una gracieta. Pero al menos esta vez fue más divertido.

1 Comentarios:

Blogger zyndie said...

tu ventana es toda una caja de sorpresas :P

22 febrero, 2008 00:31  

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